oficina #3

Para envidia de muchos y desgracia propia, tengo la "suerte" de tener tiempo libre en el trabajo. Y entiéndase "tiempo libre" como tiempo en el que no tengo que trabajar pero tampoco puedo andar tocándome las pelotas navegando por internet o, no sé, por ejemplo, haciéndo un blog... Así que me la paso a escondidas girando el monitor para que mi chismoso compañero N., no se alarme y haga cundir el pánico en la caseta.
Yo, sinceramente, de lo único que tengo ganas es de volver a casa... Ni blog, ni trabajo, ni leches en vinagre... Con este frío es lo único que apetece. Y es que la oficina puede ser cómoda, pero aquí siento que pierdo el tiempo como una puta.
Mira. Ya está... Este tío venga a pasar de un lado a otro para controlar mi existencia.. Poder mental, tropol, poder mental. paz, sosiego, calma... ommmmm.
Y es un trabajo raro. Hoy por ejemplo ha sido duro durante un par de horas en la mañana, pero luego ha llegado la calma. La calma chicha.... El silencio tras la batalla. La brisa tras la tormenta. El aburrimiento de los cojones, en fin.
¿Saben? Estoy enamorado. Hoy me encuentro feliz y contento y creo que me importan las cosas un poquito menos que ayer. Que le den por el culo a todo. Viva mi amor. Viva su culito precioso y su sonrisa llena de dientes relindos.

Atentamente,
Tropol